Gattaca presenta un futuro en el que la edición genética posibilita la selección de embriones con los rasgos hereditarios más óptimos, buscando alcanzar la perfección.
¿Habías pensado alguna vez hasta qué límites puede llegar la edición genética? La película Gattaca nos presenta un futuro impulsado por la eugenesia donde los niños son concebidos mediante selección genética para que posean los mejores rasgos hereditarios de sus padres, además de detectar la probabilidad de padecer una enfermedad y la esperanza de vida desde el nacimiento.
La película se centra en Vincent Freeman, que no fue concebido mediante el programa de eugenesia, y tendrá que superar la discriminación genética para lograr su gran sueño: viajar al espacio. Para ello, tendrá que suplantar la identidad de Jerome Morrow, un individuo modificado genéticamente para alcanzar la perfección. Los personajes de esta historia luchan tanto con la sociedad como consigo mismos para encontrar su destino. ¿Llegará la humanidad algún día a vivir en dicha sociedad?
GATTACA y la genética
La película "Gattaca" presenta una visión futurista de la genética, donde la secuenciación del genoma es instantánea y eficiente, a diferencia de la realidad actual que requiere horas o días incluso con tecnología avanzada. La película destaca la sorprendente inmediatez de la identificación genética, planteando preguntas sobre las capacidades y limitaciones actuales de la tecnología.
En el mundo de Gattaca, la muestra genética no requiere tratamiento previo; un simple pinchazo de sangre o muestra de orina es suficiente para identificar a una persona en segundos. Esta rapidez contrasta con los procedimientos actuales, generando reflexiones sobre la viabilidad de tecnologías similares en la realidad contemporánea.
La trama revela una sociedad dividida entre individuos genéticamente mejorados y los considerados inválidos, determinando de antemano las oportunidades laborales que se les asignan según su composición genética. Esto puede correlacionarse con CRISPR, una técnica actual que permite la edición precisa del genoma. Aunque Gattaca presenta una visión más extrema, CRISPR ejemplifica cómo la ciencia actual es capaz de alterar genes con fines terapéuticos e investigativos, generando debates éticos y sociales.
La película se fundamenta en una de las corrientes actuales de la ciencia: la medicina personalizada. Esta rama busca proporcionar a cada paciente el tratamiento más adecuado según su código genético. En la actualidad, se investiga la predisposición genética a enfermedades, contrastando notablemente con la premisa de la película, donde esta determinación se realiza directamente en un recién nacido.
Gattaca, aún siendo una obra de ciencia ficción, nos invita a cuestionar la ética y el impacto social de la manipulación genética a medida que avanzamos en tecnología. La película destaca la importancia de abordar cuestiones de acceso y equidad a medida que la manipulación genética se vuelve más común, difuminando la línea entre la realidad y la ficción.
Simbología de la película
La película Gattaca está imbuida de simbolismo desde su mismo título, ya que "Gattaca" representa una secuencia de ADN. Incluso el entorno donde residen los protagonistas contribuye a esta simbología. El apartamento de los personajes principales incluye una escalera de caracol, que sirve como una clara referencia visual al trasfondo genético de la trama. Este simbolismo refuerza la idea central de la película sobre la importancia y la influencia del ADN en la sociedad representada, subrayando cómo la genética dicta no sólo las oportunidades individuales, sino también la estructura misma de la vida en esa realidad distópica.
La elección del nombre que adoptará el protagonista, Jerome Eugene Morrow, añade otra capa de significado a la trama de Gattaca. El término "Eugene", derivado del griego, significa "el bien nacido". Esta elección es una clara alusión a la eugenesia, una filosofía social que aboga por mejorar los rasgos hereditarios a través de la intervención genética y métodos selectivos. Al adoptar la identidad de Jerome, una persona mejorada genéticamente, el personaje principal Vincent Freeman no solo trata de ocultar su verdadera identidad, sino que también simbólicamente se sumerge en la búsqueda de la perfección genética asociada con la eugenesia. La elección del nombre refuerza la crítica de la película hacia las implicaciones éticas y sociales de la manipulación genética y la búsqueda obsesiva de la perfección.
Un futuro lejano… o no tanto
En el siglo XXI, la genética ha avanzado a pasos agigantados, y ya somos capaces de crear organismos modificados genéticamente. Incluso en la actualidad se están aprobando los primeros tratamientos mediante la técnica de edición genética CRISPR, lo que nos acerca al futuro que refleja la película. ¿Realmente sería ético vivir en una sociedad donde las personas modificadas genéticamente son consideradas como válidas y las personas con nacimiento natural como inválidas? ¿Es éticamente defendible la mejora en laboratorios de nuestros genes para convertirnos en humanos más perfectos?
La accesibilidad desigual a esta tecnología podría generar conflictos y desigualdades, ya que probablemente se limitaría a las clases sociales más acomodadas, afectando el sistema sanitario y profundizando brechas sociales. Detalles superficiales en la película reflejan la realidad actual, como la obtención furtiva de datos genéticos a través de una muestra de ADN, alimentando la paranoia y el culto a las apariencias que vivimos hoy en día debido a las redes sociales. Por tanto, en caso de que se alcance esta situación en el futuro, se deberá asegurar de que todas las personas tengan un acceso equitativo a tales avances.
Escrito por Alberto Molero